La nueva normativa que nos dirige hacia la realización de Situaciones de Aprendizaje para el alumnado en Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria supone un reto a la hora de abordarlo desde la visión de la maestra o maestro PT, en las modalidades que podemos trabajar dentro de un centro.
1. Por un lado tenemos la modalidad de centro ordinario con el alumnado NEE escolarización en una modalidad de escolarización B. Este alumnado cursa su educación en un aula ordinaria y el maestro/a PT se convierte en su cotutor/a, compartiendo funciones con el tutor/a del aula ordinaria. El tipo de atención específica está basada en los principios de inclusión, normalización, flexibilización, personalización y en el caso de primaria y secundaria, la tutoría compartida; todo ello nos predispone a ofrecerle una atención dentro del aula ordinaria. Sin embargo, esta atención podría ser fuera del aula ordinaria de forma excepcional, estando justificada esta atención en el Proyecto Educativo del centro en función de la organización de los recursos del centro.
Para este caso, nuestra atención debe partir del currículo de su aula, adaptándolo al nivel de competencia que posea ese alumno/a en concreto; por lo que es fácil comprender que en la práctica el trabajo del alumnado NEE debe asumir la misma forma que sus compañeros/as y recibir un aprendizaje basado en Situaciones de Aprendizaje (SDA). Estas SDA deberán estar adaptadas a las necesidades de nuestro alumnado (cumpliendo con todos los principios nombrados en líneas anteriores), por lo que pueden compartir elementos de las mismas, como es el producto final, o tareas multinivel, y a su vez también podrán recoger aspectos nuevos, como los propuestos en los Programas Específicos que requieran. La misma SDA nos lo permite, ya que tienen carácter globalizado, se basa en un aprendizaje competencial y se utilizan para la atención a la diversidad y las diferencias individuales.
2. En el caso del alumnado que se escolariza en aulas específicas y centros específicos de Educación Especial, es decir, en una modalidad de escolarización C o D, seguimos prácticamente los mismos criterios. Este alumnado, que suele cursar con una ACI su programación, toma como referente los currículos de las etapas de educación infantil, educación primaria y educación secundaria, dependiendo de sus necesidades y niveles de concreción curricular, y cumpliendo así con el principio de normalización, flexibilización y personalización de la enseñanza. Por lo tanto, al tomar como referente el currículo recogido en la normativa actual, debemos presentar también SDA para el alumnado.
Además, no debemos olvidar varias características de nuestro Sistema Educativo y de las mismas SDA:
- Nuestro sistema educativo se basa en el principio de normalización, por lo que todo el alumnado debe obtener un currículo equitativo sin discriminación alguna.
- Las SDA se realizan para ajustarse al modelo basado en las competencias clave, y son estas las que debe conseguir nuestro alumnado.
- Las SDA se caracterizan por ser globalizadas y en base a un producto final, conseguir adquirir las competencias que estén ligadas a ese producto final poniendo en juego varios ámbitos, áreas o materias.
- Las SDA se basan en una metodología inclusiva, y en el modelo del Diseño Universal del Aprendizaje. Lo que la convierte en un acceso para nuestro alumnado al aprendizaje de lo más acertado e inclusivo.
Por tanto podemos concluir que el alumnado con NEE que cursa cualquier modalidad y trabaja con medidas específicas de ACS o ACI, es un alumnado que no solo puede trabajar con las SDA, sino que es su derecho, mejora el acceso al aprendizaje y aumenta las posibilidades de adquirir las competencias previstas en nuestra normativa.